Tours, volcanes y lentejas por Rubén Acosta
Participantes LC22
No hay nada más universal que los localismos. En cada rincón del planeta el ser humano se las ha ingeniado para practicar una suerte de chovinismo que da más poder alegórico a quienes residen en ese territorio. Puede ser que los isleños vivamos aún de forma más intensa esa dialéctica absurda pero recurrente entre los extremos del “somos los mejores” y el “somos los peores”.
Sin embargo, toda construcción simbólica tiene tramoyas escondidas. Si vivir rodeado de mar te “a-isla”, no es menos cierto que el océano te expone más a la llegada de los foráneos. Las contradicciones del hecho insular se multiplican si, encima, tu isla es un destino del turismo de masas internacional. Al turista le gusta sentirse como un nativo, experimentar lo que piensa un residente, así que la identidad es parte del paquete que vende la industria del viaje. “Creemos tener un patrimonio que mostramos al turismo pero, de hecho, es el turismo el que nos empuja a construir el patrimonio” como escribe Fernando Estévez.
Estos debates sobre identidades son cada vez más globalizadas , y para ellos es recomendable buscar antídotos de relatividad y momentos para la reflexión neutral. Rubén Acosta deambula entre el glamur del escenario y los sacrificios del camerino, entre la ficción y el hiperrealismo porque no dejan de ser los dos perfiles complementarios de la actual Lanzarote. Aquel viejo maestro llamado Charles Chaplin lo dejó dicho: “Mirada de cerca, la vida es una tragedia, pero mirada de lejos, parece una comedia”.
Tours, volcanes y lentejas por Rubén Acosta
LC22
No hay nada más universal que los localismos. En cada rincón del planeta el ser humano se las ha ingeniado para practicar una suerte de chovinismo que da más poder alegórico a quienes residen en ese territorio. Puede ser que los isleños vivamos aún de forma más intensa esa dialéctica absurda pero recurrente entre los extremos del “somos los mejores” y el “somos los peores”.
Sin embargo, toda construcción simbólica tiene tramoyas escondidas. Si vivir rodeado de mar te “a-isla”, no es menos cierto que el océano te expone más a la llegada de los foráneos. Las contradicciones del hecho insular se multiplican si, encima, tu isla es un destino del turismo de masas internacional. Al turista le gusta sentirse como un nativo, experimentar lo que piensa un residente, así que la identidad es parte del paquete que vende la industria del viaje. “Creemos tener un patrimonio que mostramos al turismo pero, de hecho, es el turismo el que nos empuja a construir el patrimonio” como escribe Fernando Estévez.
Estos debates sobre identidades son cada vez más globalizadas , y para ellos es recomendable buscar antídotos de relatividad y momentos para la reflexión neutral. Rubén Acosta deambula entre el glamur del escenario y los sacrificios del camerino, entre la ficción y el hiperrealismo porque no dejan de ser los dos perfiles complementarios de la actual Lanzarote. Aquel viejo maestro llamado Charles Chaplin lo dejó dicho: “Mirada de cerca, la vida es una tragedia, pero mirada de lejos, parece una comedia”.